El mantenimiento industrial en Tenerife es especialmente notorio en meses como los de otoño cuando las lluvias hacen acto de presencia y ponen a prueba la impermeabilización de los edificios, especialmente palpable en aquellos con más años. Aunque prevenir es la mejor actuación, en numerosas ocasiones es inevitable que surjan desperfectos como las conocidas humedades.

Pero este problema no siempre tiene el mismo origen. Por tanto, es importante que conozcas su procedencia para que la reparación sea un éxito y no termine en daños mayores para las viviendas. Vamos a ver algunos de los tipos de humedades más comunes para aprender a reconocerlas y por tanto darles una mejor solución desde el mantenimiento industrial en Tenerife.

En primer lugar, están las humedades por filtración, las más comunes de todas. Éstas se producen cuando no se ha impermeabilizado bien el edificio y el agua de lluvia penetra en él. Por ello, son habituales en azoteas, cubiertas y muros ante la aparición de las primeras tormentas.

A continuación están las humedades por condensación, que se dan por contacto con los elementos externos de las viviendas como techos o ventanas.

Cuando se producen en zonas bajas de los edificios se trata de humedades de capilaridad y se originan en el subsuelo, por lo que afectan a sótanos o garajes y pueden subir por las paredes. Son las más difíciles de solucionar ya que no se deben a un defecto de construcción sino a los propios terrenos donde se asienta el edificio.

Para repararlas convenientemente hay que estudiar cada caso y actuar de forma concreta en su origen ya que de no hacerlo probablemente vuelvan a producirse. En AGM Reparaciones y Mantenimientos podemos evaluar la mejor manera de acometer este tipo de obras y ponerles solución para que dejen de comprometer la salud de tu edificio.